lunes, 15 de septiembre de 2008

Sermón del 5 de septiembre

El Padre Marciano no ha podido descansar durante el verano, la actualidad divina le mantiene siempre alerta. No hay vacaciones para los emisarios del Señor.

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1 comentario:

Señor Pato dijo...

Ave María Purísima.
Queridos hermanos, teníamos pensado continuar con el repaso que estábamos haciendo a la Historia Sagrada antes de las vacaciones, a ver si así alguno cambiaba de planes y se redimía de los numerosos pecados cometidos durante el verano. Pero desde el otro lado del océano nos ha llegado una noticia que nos obliga a cambiar de planes.

La información viene de México, tierra fiel y devota donde las haya, y la protagonizan un par de grupúsculos que se hacen llamar “Colectivos Católicos por el Derecho a Decidir”. Esta panda de herejes, porque no se les puede denominar de otra manera, han lanzado una campaña a favor del uso del preservativo citando versículos del Antiguo Testamento. ¡Como si las tablas de Moisés estuvieran hechas con látex!

Esta gentuza, que por supuesto ya tiene su parcelita reservada en el infierno, asegura que en la Biblia se fomenta el amor y que disfrutar no es pecado. Para defender su extravagante teoría han recurrido a una serie de versículos, sacados del Cantar de los Cantares, que dicen groserías como “Nuestro lecho es sólo de verdor”, “Serán tus pechos como racimos de uva y tu aliento como perfume de manzanas”, o “Debajo de tu lengua se encuentra leche y miel”. Y con semejante colección de cursilerías ya se creen que toda lujuria y depravación están justificadas.

Vamos a ver, almas de cántaro. Parece que os habéis olvidado de que el Señor, aparte de omnipotente, es un tío muy listo. Conoce a la humanidad como si la hubiera creado él mismo, y sabe que o mete un poco de carnaza o las Escrituras, por muy Sagradas que sean, se iban a quedar en la estantería sin que nadie se dignara pasar una página. Por eso al mandar redactar todo esto hizo que cayera algún detalle morboso, para que hasta los más degenerados acabaran recibiendo su auténtico mensaje: el de fuego eterno y destrucción contra los blasfemos. Si no os lo creéis, volved a repasar el capítulo de Sodoma, que para eso lo colgamos en el blog.

Más les valía a estos desviados que se hacen pasar por beatos ir a predicar la auténtica palabra de Dios y dejarse de campañas estrafalarias. Ha sido un buen intento, apelando a lo más bajo y rastrero del ser humano, pero que no olviden que en cuestión de marketing nadie es capaz de superar a Nuestro Señor. Sin ir más lejos, hace ya más de 2000 años que montó el chiringuito, y aquí seguimos.

Hala, hermanos, rezadme ochocientos rosarios, que hay que volver a coger ritmo, ¡y no pequéis, recordad que el Jefe lo ve todo!