martes, 4 de noviembre de 2008

Sermón del 12 de septiembre

Hay ocasiones en que la realidad supera a la ficción y en el mundo ocurren cosas de lo más surrealista. Menos mal que tenemos al Padre Marciano para que nos las explique.

Métete en los Comentarios para ver el texto.


1 comentario:

Señor Pato dijo...

Ave María Purísima.
Queridos hermanos, una vez más la vertiginosa actualidad nos impide continuar con nuestro pretendido repaso a la Historia Sagrada. Con la excusa de que el mundo está completamente loco, os quedaréis sin recibir las lecciones bíblicas, os hincharéis a pecar como salvajes, acabaréis pudriéndoos en el infierno y luego diréis que la culpa es mía. ¡Qué no inventaréis para huir de la santidad, herejes, más que herejes!

La noticia de hoy no viene de muy lejos… menos mal que no me hacen viajar, porque lo que me faltaba, aparte de aguantar blasfemias pelearme con los impíos del control de equipajes de Barajas. Hay que irse a Andalucía, al pueblo de El Borge, en Málaga, donde al lumbrera de su alcalde se le ha ocurrido hacer bautizos por lo civil. Así, como suena. ¡¡Si es que van provocando!!

El indocumentado que dirige el consistorio dice que lo del agua bendita y el niño llorón orinando en la sotana del párroco está desfasado, que lo moderno es una ceremonia atea donde se lea la Carta Europea de los Derechos Humanos, y los padrinos se comprometan a dar al niño una educación “democrática y laica”. O sea, que el Señor no aparecerá en ningún momento por el Ayuntamiento, que es donde lo quieren montar. Ni siquiera le invitarán a un triste canapé.

Dice el alcalde que no quiere “ni agua, ni iglesias, ni velas”. Bueno, al menos es medio coherente: si no pone velas no hay riesgo de incendio, así que el agua no le hace mucha falta. Pero el muy desalmado no piensa en el bienestar de los niños. Más allá de su paz espiritual, ¿qué mejor sitio para celebrar una ceremonia, del tipo que sea, que una iglesia? Y más en Andalucía, con la calor que hace por allí. El Señor dejó no ya escrito, sino edificado, que en sus templos haría fresquito, comprobadlo entrando en cualquier catedral, para que los pobres niños no se cocieran a fuego lento en cualquier edificio sin Dios. ¡Tiempo tienen para eso cuando acaben cayendo condenados a las calderas del Averno!

Más le valía recordar al alcalde de El Borge que el Señor está en todas partes, así que no conviene mosquearle mucho porque en una de estas te coge por banda cuando menos te lo esperes, y se te cae el pelo. Si él dejó redactados unos sacramentos, pues hay que hacerle caso, que para eso es el que manda. ¡A ver si os creéis que el papel para imprimir biblias es gratis!

Hala, hermanos, rezadme trescientas avemarías, ¡y no pequéis, recordad que el Jefe lo ve todo!