sábado, 10 de enero de 2009

Sermón del 26 de diciembre

En pleno esplendor del espíritu navideño, parece adecuado a homenajear a las grandes personas de espíritu piadoso. Sor Internet es una de esas grandes personas. ¿Queréis conocer su historia? Escuchad al Padre Marciano, que os la cuenta...

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1 comentario:

Señor Pato dijo...

Ave María Purísima.
Queridos hermanos, estas santas fechas son motivo de alegría y jolgorio porque el Jefe celebra su cumpleaños (aunque el muy agarrao, con eso de que nos salva el alma, ni invita a tarta ni nada). ¿Habéis visto? 2008 años y se conserva como un chaval… Bueno, el caso es que en estos días todos nos sentimos mejores personas, porque el espíritu de Nuestro Señor entra en nosotros cual ocupa en casa en ruinas.

Así que ya que tenemos tanto amor por el prójimo, no lo desperdiciaremos en obscenidades como las que sin duda estáis pensando, sino que lo dedicaremos a homenajear a gente que de verdad se lo merece. Y la prójima a quien hoy dedicamos nuestras alabanzas es una dama que tiene a Dios siempre cerca de ella, a un clic de distancia. Se trata de Sor Internet.

Sor Internet es el apodo más o menos cariñoso que le han puesto sus hermanas a María Jesús Galán, una monja de clausura de Santo Domingo el Real, un convento toledano que lleva funcionando desde el siglo XIV y en sus buenos tiempos acogió a 160 mujeres, aunque hoy la falta de fe de esta decadente sociedad hace que sólo queden quince. María Jesús escuchó la llamada del Señor allá por 1979 (suponemos que al fijo, porque en aquella época no había aún SMS) y desde entonces es la encargada del archivo del beaterio, aunque también se encarga de la contabilidad y a veces de la cocina.

El mote le viene de que es la religiosa encargada de manejar el ordenador que se han instalado y que usa para clasificar las fichas de los libros de la biblioteca, consultar en diccionarios online palabros bíblicos, bajarse recetas de cocina u obras de teatro de Tirso de Molina, que fue vecino de la casa, o incluso para moderneces como pedir hora en el médico y recibir emails y fotos de las familias de las demás monjas. No nos consta que se baje versiones pirata de las sagradas escrituras, o de Ben Hur. En todo caso, más le vale a la SGAE no meterse con nuestras monjitas, ¡o la cólera divina caerá con incontrolable furia sobre Ramoncín!

Hermanos, tomad ejemplo de Sor Internet, quien nos dice que en internet encuentras lo que quieres si vas con una mirada limpia. Ya sé que en vuestra pecaminosa mente sólo hay megabytes para la blasfemia y la perdición, pero más os vale arrepentiros de vuestros pecados y no bajaros más películas de esas que os bajáis: el truco de que pensabais que eran dibujos animados no cuela, y el Señor Todopoderoso puede formatearos a discreción ante la más mínima falta.

Hala, hermanos, rezadme un par de ciber-rosarios ¡y no pequéis, recordad que el Jefe lo ve todo!